
Tras salir del monasterio, se encerró durante tres años en una choza en Tell-Neschin, dónde cogió el hábito de mantenerse en ayuno durante la cuaresma. Después de esos tres años, buscó un promontorio rocoso en el desierto, donde permaneció prisionero, pero multitudes de peregrinos iban a pedirle consejos y oraciones, sin dejarle tiempo para sus propias devociones.
Para alejarse de ellos, mandó erigir una columna, la cual cada vez fue más grande hasta alcanzar los 15 m; con una plataforma en la parte de arriba en la que perteneció hasta su muerte, aunque permaneciendo aquí tampoco se libró de todos los que venían en busca de sus consejos.
Durante su estancia allí escribió cartas, instruyó discípulos y dio consejos, y mantuvo su hábito de no comer durante la cuaresma y su devoción por Dios en todo momento.
Pero tras pasar 36 años sobre la columna, murió el 2 de septiembre de 459. Antioquía y Constantinopla se disputaron sus restos mortales. Las ruinas del amplio edificio levantado en su honor se conocen como Qal'at Sim'an, y en el centro del patio de este edificio se encuentra la columna donde permaneció tantos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario